miércoles, 16 de marzo de 2011

El buscador. De Jorge Bucay

El buscador no es alguien que encuentra precisamente, simplemente busca. Una vez un buscador se encontró con un viejo cementerio, y procedió a leer las lápidas, allí decía el nombre del difunto/a y el tiempo vivido, este era siempre muy breve,  días, horas y minutos. Entonces consternado le preguntó al cuidador qué pasaba en ese pueblo que la gente moría tan joven, el cuidador le contestó que no era así y le contó que cuando alguien nace se le regala un calendario donde anotar los momentos felices de la vida, la emoción del primer beso, el nacimiento de un hijo, el encuentro con un amigo, y así ir sumando dichas emociones, lo que se traducía en meses, días, horas y minutos. Y se contaba como vivido sólo los momentos bellos. El buscador agradecido se despidió y volvió a mirar las lápidas con otros ojos.

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